La lucha contra el dopaje en el fútbol se remonta a 1966, cuando la FIFA se convirtió en una de las
primeras federaciones internacionales en crear reglas para controlar al mismo. Anualmente
se hacen 20.000 pruebas anti dopaje a futbolistas de todo el mundo, de las
cuales entre 80 y 90 dan positivas, mayoritariamente por el uso de cocaína o cannabis. Se entiende por dopaje positivo lo
siguiente:
Sólo debe
hablarse de resultado de dopaje positivo si el laboratorio identifica la
presencia de una sustancia prohibida, sus metabólicos, marcadores o evidencias
del uso de un método prohibido que no haya sido aprobado mediante una EUT
(Exención por Uso Terapéutico) o cuando no se originen naturalmente en el
organismo.
El procedimiento para una prueba de
dopaje se inicia en el descanso de un partido, cuando se sortean dos jugadores
por equipo. Quince minutos antes de la finalización del encuentro se le entrega
un sobre a él o los delegados en el terreno, identificados por un chaleco
blanco con una cruz verde, los cuales eligen al azar dos de ellos (uno por
equipo). Una vez terminado el encuentro informarán a los dos jugadores elegidos
que deben dirigirse a la zona de pruebas para ser controlados. Los jugadores
expulsados durante el encuentro también pueden ser citados. Más tarde los jugadores
seleccionados deberán dar una muestra de orina. Previamente a esto, los seleccionados no pueden
ingresar a sus vestuarios, pero si a una sala donde pueden beber bebidas
analcohólicas e incluso tomar una ducha. La muestra tomada por un profesional
del mismo sexo que el del jugador envía la misma a un laboratorio para su
análisis.
En caso de que la muestra dé
positiva, el informe sobre la misma se envía la Subcomisión del Control de
Dopaje de la FIFA, la cual investiga la veracidad del estudio y, una
vez aprobado, pasa a manos del director de control de dopaje de la FIFA, el
cual verificará la información para autorizar su envío a la Comisión
Disciplinaria, a la Comisión de Medicina Deportiva y a la asociación a la cual
pertenezca el jugador. La Comisión Disciplinaria decidirá qué pena se le aplica
al jugador.
Quizás el caso más conocido de
dopaje en el fútbol fue el de Diego Armando Maradona, que tras un partido por la Copa Mundial de Fútbol de 1994 en Estados Unidos fue seleccionado para la
realización de la prueba. Su muestra dio positiva y se le aplicó una pena de 15
meses.
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